La fisioterapia abarca un amplio abanico de campos donde su actuación es muy beneficiosa, como por ejemplo, la fisioterapia en personas mayores.
El ciclo de la vida se compone de varias etapas, las más importantes y las que necesitan de más cuidado son las etapas de la infancia, de 0 a 6 años, y de la vejez, desde los 65 años; son las etapas más frágiles en el que el organismo está más susceptible a percibir cambios, en el primero por estar en una fase de maduración estructural y la segunda por estar en una fase donde los términos enlentecimiento, deterioro y debilidad destacan en el organismo.
A medida que las personas envejecen, se producen modificaciones en su estado de salud: se alteran las estructuras y se reducen las funciones de las células y los tejidos de todos los sistemas del organismo.
Estos cambios son progresivos e inevitables, pero se ha demostrado con varias investigaciones que el ritmo de algunos de ellos se puede modificar con una actividad física y constante.
Efectos beneficiosos de la actividad física en los adultos mayores:
En general, la evidencia disponible demuestra de forma contundente que, en comparación con los adultos mayores menos activos, hombres y mujeres, las personas mayores físicamente activas:
Presentan menores tasas de mortalidad por todas las causas, cardiopatía coronaria, hipertensión, accidentes cerebrovasculares, diabetes de tipo 2, cáncer de colon y de mama, y depresión, un mejor funcionamiento de sus sistemas cardiorrespiratorio y muscular, y una mejor masa y composición corporal.
Tienen un perfil de biomarcadores más favorable para la prevención de las enfermedades cardiovasculares, la diabetes de tipo 2 y la mejora de la salud ósea, y
Presentan una mayor salud funcional, un menor riesgo de caídas, unas funciones cognitivas mejor conservadas, y un menor riesgo de limitaciones funcionales moderadas y graves.